Cirugía de columna le devuelve a Santos la posibilidad de volver a llevar el sustento a su familia

Santos Velásquez Urbina vivió durante dos años con la angustia de no poder mantener a su esposa y tres hijos. Una hernia cervical lo dejó sin movilidad, obligándolo a pasar meses postrado en cama.

Aunque llevaba tiempo sufriendo, su condición empeoró a inicios de este año.

“Empecé a sentir un dolor en la pierna izquierda, perdí la fuerza para levantarme, y el dolor se extendió a la espalda. Era una sensación de ardor constante. Cuando caminaba, mi pierna se dormía y mi espalda parecía quemarse. No pude volver a levantarme”, relató Santos.

Santos, quien es agricultor originario de Yoro, en la zona norte de Honduras, contó que buscó atención médica en un hospital público en San Pedro Sula, donde fue diagnosticado con tres hernias en la columna.

“Me dijeron que no podía hacer esfuerzos físicos, y siendo agricultor, me preguntaba cómo iba a mantener a mi familia”, relató.

Santos, fue trasladado por familiares por más de seis horas desde Yoro, Yoro, de donde es originario, hasta la sede de CAMO en Santa Rosa de Copán, para ser asistido.

El neurocirujano Roberto Álvarez, líder del programa de Neurocirugía de CAMO en colaboración con la Secretaría de Salud y el Hospital de Occidente, explicó que Santos fue intervenido quirúrgicamente como parte de la brigada de cirugía de columna, dada la gravedad de su caso.

“Detectamos el caso de Santos gracias a las publicaciones de la Brigada de Columna de CAMO. A pesar del dolor y la distancia desde Yoro, hizo un gran esfuerzo para llegar. Su hernia era crítica y no podía esperar a los voluntarios estadounidenses, por lo que gestionamos su ingreso de emergencia y lo operamos fuera del calendario de la brigada, aunque forma parte de ella”, explicó Álvarez.

Desde el anuncio de la brigada internacional, al menos 30 personas han acudido a CAMO para ser evaluadas, con la esperanza de ser operadas por los médicos estadounidenses y sus colegas hondureños, quienes llegarán el 19 de octubre. La selección de pacientes comenzará el 20 de octubre.

Álvarez añadió que están recibiendo pacientes de todo el país, muchos de los cuales no han logrado acceso a cirugía en otros centros y viven con dolor constante.

“Estoy muy feliz porque llegué sin poder caminar y me voy a regresar a mi hogar caminando. Tengo la esperanza que al recuperarme, voy a volver a trabajar con el azadón en el cultivo de maíz y frijoles y llevar comida a mi hogar” dijo entusiasmado. 

Santos guarda un profundo agradecimiento hacia CAMO, los médicos y el personal del Hospital de Occidente. “Aquí me trataron con dignidad. Los médicos y enfermeras me vieron como a un igual, y en CAMO hice amistades a pesar del corto tiempo que estuve en Santa Rosa de Copán”, concluye.

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