Médicos unen su vocación para salvar la vida de Anyoli

Anyoli January Castillo, de 14 años, dejó su hogar en la aldea Las Flores con una pequeña maleta y un gran temor: rabdomiosarcoma, un cáncer agresivo cerca de su ojo derecho. Viajó a Santa Rosa de Copán junto a su padre, aferrándose a la esperanza que encontró en CAMO.

Su padre, Joel Alexander Castillo Melgar, la acompañó con la fe intacta, a pesar de las enormes dificultades económicas que enfrentaban. Durante un año, lucharon por conseguir un diagnóstico certero. Pero la única posibilidad de salvar a Anyoli requería una cirugía compleja que sólo podía ser realizada por un equipo médico con experiencia en neurocirugía, oftalmología y cirugía maxilofacial—una combinación casi imposible de reunir en el sistema público hondureño.

Pero en CAMO y el Hospital de Occidente, lo imposible se hizo realidad.

Gracias al compromiso y la generosidad de tres médicos voluntarios —Dr. Héctor Robles (oftalmólogo), Dr. Roberto Álvarez (neurocirujano) y Dr. Javier Pérez (cirujano maxilofacial)— junto a un equipo multidisciplinario del Hospital de Occidente, se logró realizar una cirugía craneofacial de alta complejidad.

“Tuvimos el privilegio de trabajar las tres especialidades para practicar una resección completa del tumor. Fue una cirugía compleja, pero logramos resecar exitosamente el cáncer”, compartió el Dr. Álvarez.

La operación también fue innovadora en la región. Se fabricó una prótesis con tecnología de impresión 3D en Santa Rosa de Copán, usando una resina especial para reconstruir la órbita ocular, el párpado y parte del rostro de Anyoli.

“No solo tratamos el tumor, también cuidamos la parte estética de la niña. CAMO hizo posible esta cirugía gracias a sus programas especializados, recursos tecnológicos y humanos”, agregó el Dr. Álvarez, quien además agradeció al equipo del Hospital de Occidente, especialmente del área de pediatría.

21 días después, Anyoli volvió a CAMO para su evaluación posoperatoria. Su sonrisa y el brillo en sus ojos hablaban por sí solos: esperanza renovada.

Hoy, Anyoli continúa su tratamiento oncológico, con una nueva oportunidad de vida gracias al poder de la solidaridad y el trabajo en equipo. Aunque aún no ha trazado metas en su vida, piensa en convertirse en chef.

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