El Programa de Neurocirugía le dio una segunda oportunidad de caminar a José

José Genaro Quintanilla, un agricultor de 68 años originario de la comunidad de Mariposas en Las Flores, Lempira, dedicó su vida a la tierra para mantener a su familia. Sin embargo, todo cambió cuando, inesperadamente, perdió la movilidad en sus piernas, brazos y manos, casi quedando tetrapléjico.

“Comencé con dolor en los huesos y no me podía poner de pie, empecé a usar un bastón para apoyarme, pero un día caí de un solo”, relató José Genaro. En el transcurso de ocho meses, no solo perdió por completo la movilidad en las piernas, sino también en sus brazos y manos.

“Estuve postrado en cama casi nueve meses, sufrí por más de un año”, agregó.

Desesperado, buscó ayuda en varios médicos, incluso considerando opciones en El Salvador. Finalmente, llegó a Santa Rosa de Copán, donde contactó al neurocirujano Roberto Álvarez, quien lidera el Programa de Neurocirugía de Fundación CAMO en el Hospital de Occidente. Fue allí donde José Genaro encontró una esperanza.

El Dr. Álvarez explicó que don José “tenía una condición en su columna cervical que había provocado una compresión de la médula por una estrechez progresiva, que casi lo dejó tetrapléjico. Si el paciente hubiera esperado un poco más de tiempo, no hubiese habido esperanza de ver este resultado; pudo haber quedado postrado de por vida”.

Hace ocho meses, José Genaro fue sometido a una cirugía que le salvó la vida y que, en una clínica privada, habría costado alrededor de 350,000 lempiras. Sin embargo, gracias a la Fundación CAMO, solo tuvo que cubrir el costo de una placa cervical y tornillos. El resto del equipo necesario para la cirugía fue provisto por la fundación y el Hospital de Occidente.

Hoy, José Genaro ha recuperado su movilidad e independencia: “le pido a Dios que me mejore para volver a trabajar en la tierra y seguir siendo el sustento de mis seis hijos, mis nietos y bisnietos”, compartió emocionado.

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